viernes, 14 de octubre de 2011

Alberto Joao Jardim, el cacique del Atlántico



La democracia es sin ninguna duda el mejor sistema político que ha inventado hasta ahora el ser humano, aunque dista mucho de alcanzar su máximo potencial y desarrollo. Algunos (los muchos) dirán que es el menos malo de los sistemas, otros (los cada vez más) pedimos una democracia más democrática, de lo que no hay ninguna duda es de que es el sistema preferible para el gran conjunto de la población. Pero la democracia es caprichosa y sus votantes todavía más y de vez en cuando nos regala algún que otra Berlusconi. Estos despojos de la democracia, señal de que no siempre la mayoría tiene la razón, sobre todo si son sociedades con bajo nivel educativo o muy controladas por los medios de comunicación públicos o privados, no son sólo sino excepciones, pero también son ejemplos claros de que una buena democracia tiene que venir acompañada de una sociedad civil formada e implicada. El ejemplo clásico que se utiliza para enseñar el lado oscuro de la democracia es el ascenso de Adolf Hitler gracias a su victoria en las elecciones, aunque se suele omitir que sólo consiguió el 33,1% de los sufragios y que sólo llegó al poder gracias al entreguismo de otros partidos. Pero volviendo a tiempos más modernos, la democracia nos sigue sorprendiendo y son cada vez más los políticos corruptos, populistas, autoritarios etc... los que ganan elecciones tras elecciones, seguramente se os ocurrirán numerosos ejemplos. En este caso hablaré de un político que entra dentro de esta denominación de despojos de la democracia, es un personaje bastante desconocido pero no por ello menos interesante, sólo un dato, es el líder que más años lleva en el poder democráticamente. Su nombre es Alberto Joao Jardim, es el presidente de la región autónoma insular de Madeira, perteneciente a Portugal, lleva 33 años en el poder y acaba de ganar su décima elección consecutiva.

Situación de Madeira
Muy conocido en Portugal pero desconocido en el resto del Mundo, Jardim es desde 1978 presidente de la región de Madeira, formada por la isla atlántica de Madeira, conocida por sus vinos, y con una población de tan sólo 200 mil habitantes. Representa lo peor de lo que la democracia es capaz, su total desprecio a esta; es caciquil, populista, autoritario y maquiavélico. Proviene del salazarismo puro y duro que gobernó a la entonces pobre y abandonada Madeira durante los años de la dictadura. Su tío era el representante del régimen en la isla y él pronto entró en el mundo político, inicialmente como soflamador periodista de la derecha más rancia. Una vez llegada la democracia, se democrátizó, (fenómeno muy curioso y que se repitió de forma masiva al otro lado de la frontera portuguesa) y fue cofundador del  Partido Social Demócrata (PSD) junto a personajes históricos del centro-derecha portugués como Pinto Balsemao y Sa Carneiro.  Muy a sabiendas de que su clientela potencial estaba en Madeira, Jardim decidió convertirse en el hombre fuerte del PSD en Madeira, y no sólo lo consiguió sino que convirtió al PSD de Madeira en un partido político diseñado y moldeado a su medida. Desde que ganase las primeras elecciones en 1978 hasta el pasado 9 de octubre, Jardim ha ganado 10 elecciones regionales consecutivas. La última con un 48% de los votos que suena a derrota ya que en las anteriores de 2007 casi llegó al 64% de los votos. Es por tanto el líder elegido en las urnas que más tiempo lleva en el poder.

Habiendo sido un personaje nacido y crecido en el contexto autoritario y caciquil de la Madeira del salazarismo Jardim desarrollaría un modo de hacer política que no decepcionaría a los nostálgicos de la dictadura. Sus formas son autoritarias y no tiene ningún respeto por los miembros de la oposición. Hace 2 años llegó a proponer la prohibición del comunismo en Madeira, lo que demuestra la calidad democrática del personaje. Culpa de todos los males al gobierno de Lisboa, sea este de su partido, el PSD o del Partido Socialista. Ha cimentado su poder sobre el ladrillo y el turismo y no duda en reclamar la independencia de la isla cuando desde Portugal no ceden a sus demandas. Su poder esta basado en tres pilares: el control de los medios de comunicación, una red caciquil de funcionarios y la financiación que consigue de la Unión Europea y del régimen autónomo del que goza la isla. Los medios de comunicación públicos están totalmente controlados por Jardim y los privados reciben subvenciones públicas. De una población activa de 120 mil trabajadores, el Estado emplea a 30 mil funcionarios. Todo ello financiado gracias al régimen fiscal especial que le permite recaudar todos los impuestos de la isla sin dar nada a Lisboa, además del dinero recibido del Estado Portugués por la insularidad de la región (300 millones anuales) y  el dinero llegado de la UE (2 mil millones en los últimos 15 años). Por tanto por paradójico que parezca Jardim basa su poder en una clientela financiada por dinero de la UE y del Estado Portugués. 

El último episodio que ha demostrado lo grotesco del régimen de Jardim ha sucedido hace tan sólo un mes. En el contexto actual de recortes y control del gasto público inspectores del Estado Portugués descubrieron que el gobierno de Jardim había mentido y la deuda de la región ese acercaba los 6 mil millones de euros, más del 100% del PIB de la región y más del doble de lo admitido hasta entonces. Jardim, que había criticado ferozmente al antiguo primer ministro socialista portugués Sócrates por su elevado déficit presupuestario, resulta que había endeudado a su gobierno a unos niveles infinitamente superiores. Por otro lado ante el descubrimiento del engaño Jardim denunció que el Partido Socialista estaba detrás de todo ello, a pesar de que están en la oposición desde hace meses y el primer ministro actual pertenece al PSD, su propio partido. Por otra parte ha vuelto a pedir la independencia de la isla. Órdago insultante ya que si el régimen caciquil de Jardim ha sobrevivido ha sido gracias al dinero que recibe muy generosamente del gobierno portugués y que según las últimas investigaciones no ha sido suficiente para mantener a flote tremenda red clientelar. Pero a pesar de todo Jardim volvió a ganar las elecciones. Seguirá manteniendo un régimen basado en la insostenible financiación con dinero público de una clientela funcionarial y mordiendo continuamente la mano que le da de comer. Eso sí, sus discursos seguirán estando llenos de moralidad, siempre tendrán la culpa los demás, y cualquier ataque a su persona lo convertirá en un ataque a los madeirenses. La pregunta es si personajes como Jardim irán desapareciendo o se convertirán en la tónica general. Mi respuesta es que siempre que haya votantes irresponsables seguiremos hablando de personajes tan denunciables como éste.


martes, 11 de octubre de 2011

Elecciones en Polonia, la victoria de Plataforma Cívica ahuyenta el fantasma de un nuevo gobierno Kaczynsky


El ex primer ministro nacionalista Jaroslaw Kaczynsky es derrotado por segunda vez en las urnas

Por primera vez en dos décadas un primer ministro polaco y su gobierno son reelegidos en unas elecciones democráticas. Donald Tusk, primer ministro y líder de la Plataforma Cívica volverá a formar gobierno gracias a la victoria en las elecciones del 9 de octubre y al apoyo del pequeño pero decisivo Partido Campesino. Los buenos datos económicos y la incapacidad del principal partido de la oposición, Ley y Orden, del ex primer ministro Jaroslaw Kaczynsky de ampliar su base electoral han actuado a favor de Tusk a pesar de que las encuestas no mostraban resultados muy alentadores. Por otro lado un nuevo partido, el Movimiento Palikot, logra entrar en el Parlamento polaco con el 10% de los votos y un mensaje anticlerical y transgresor que supone toda una novedad en la católica y conservadora Polonia.

Donald Tusk
A pesar de la buena gestión económica del primer ministro Tusk y su partido Plataforma Cívica (PO), de tendencia conservadora liberal, las encuestas más recientes apuntaban a un descenso en su intención de voto. Si en 2007 PO obtuvo un 41,5% de los votos, logrando arrebatar el poder a la ultranacionalista Ley y Orden (PiS) del primer ministro Kaczynsky, las encuestas mostraban un acercamiento entre los dos partidos. En la última de ellas PO obtenía un 32% y PiS un 30%; Kaczynsky lograba retener a la mayor parte de sus votantes (en 2007 obtuvo el 32,1% de los votos) mientras que el partido de Tusk perdía a casi un 25% de sus votantes. La izquierda parlamentaria, muy reducida y limitada al partido Alianza de la Izquierda Democrática (SLD), a pesar de alcanzar cotas de popularidad muy altas desde el otoño de 2010, situándose en el 15-20% de los votos (13,2% en las elecciones de 2007) comenzó a hundirse en las encuestas a partir del surgimiento con fuerza del Movimiento Palikot. Este nuevo grupo político, fundado por el extravagante millonario y ex-diputado del PO Janusz Palikot atrajo a partir de septiembre a la población más joven con la defensa de la legalización de la marihuana, los derechos de los homosexuales, la crítica al papel de la Iglesia católica, la defensa del aborto etc.. todas ellas propuestas muy rompedoras en Polonia, país muy conservador y donde la población está situada muy a la derecha del espectro político. Mientras que en las encuestas el Movimiento Palikot (RP) iba subiendo situándose ya en septiembre-octubre por encima del 5% necesario para entrar en el Parlamento, la SLD bajaba a unos niveles inferiores a los de 2007. Por último el Partido Popular o Partido Campesino, socio en el gobierno de Tusk, se situaba en unos niveles constantes, entre el 5-10% de los votos.

Janusz Palikot
A pesar de la incertidumbre sobre el resultado final en las elecciones del 9 de octubre, la PO ha logrado casi alcanzar su resultado de 2007, ha obtenido el 39,2% de los votos pero sólo ha perdido 3 diputados quedándose con 206. Es la primera vez en la democracia polaca que un gobierno y un partido político logran ser reelegidos en las urnas tras un primer mandato. Los buenos datos económicos, Polonia fue el único país europeo en evitar la recesión económica, un crecimiento del 4% y una tasa de paro del 12% han sido determinantes para la victoria de Tusk. Por otro lado Kaczynsky ha casi repetido los resultados de 2007 obteniendo un 29,9% de los votos y perdiendo 8 diputados, quedándose con 158. Sigue siendo la segunda fuerza política y ha logrado mantener a la mayor parte de su electorado con el mensaje nacionalista y antiliberal que le llevó al poder en 2005. En tercer lugar se sitúa el Movimiento Palikot con un 10% de los votos y 40 diputados, siendo la gran sorpresa de las elecciones. Su mensaje anticlerical y transgresor le convierte en un partido clave para el futuro de Polonia durante la próxima legislatura. En cuarto lugar aparece el Partido Campesino, que logra mantener a sus votantes y con el 8,4% de los votos consigue 28 diputados. Por último la SLD se hunde y pasa de 53 a 27 diputados y un 8,2% de los votos. El hundimiento se debe en gran parte a la fuga de votos de su electorado más joven hacia el RP.

Geográficamente Polonia se divide en dos a la hora de votar (mirad el mapa al final del post). La PO es el partido más votado en las circunscripciones del Norte y Oeste del país además de en la capital Varsovia y otros núcleos urbanos. Si miráis el mapa os daréis cuenta de que son exactamente las áreas que pertenecían a Alemania antes de 1945 y por ende, las zonas más industrializadas. En cambio la ultramontana PiS logra ser el partido más votado en el Este y Sur, regiones más rurales y pobres y más sensibles al nacionalismo radical de Kaczynsky. El Partido Campesino es un partido eminentemente rural, en cambio el RP y la SLD logra sus mejores resultados en los centros urbanos.

Con estos resultados la Plataforma Cívica logra ser el único partido en ganar dos elecciones consecutivas y por tanto se consolida como el gran partido del centro-derecha polaco y como eje de todo el sistema político del país ya que ocupa una posición central, con los nacionalistas a la derecha y el RP y la SLD a la izquierda. Los buenos resultados económicos, 3,5% de crecimiento medio de la economía durante los últimos 3 años, han sido su principal baza electoral. A pesar de no contar con mayoría absoluta seguirá gobernando gracias al apoyo del Partido Campesino con el que ha compartido el poder durante los últimos 4 años sin mayores sobresaltos ya que ideológicamente no están muy distanciados, sólo que la PO responde a un electorado más urbano.

A pesar de no haber obtenido la victoria, el partido de Kaczynsky logra aguantar con la mayor parte de sus votantes. Con su discurso nacionalista y retrógado el ex-primer ministro ha logrado movilizar a la Polonia rural y xenófoba que no ve con buenos ojos las buenas relaciones de Tusk con los gobiernos ruso y alemán o el adelgazamiento del Estado polaco por las privatizaciones. Otra de sus medidas estrella ha sido un aumento de los impuestos a los más ricos. Por otro lado Kaczynsky ha utilizado zafiamente la muerte de su hermano gemelo Lech Kaczynsky en un accidente de avión el 10 de abril de 2010 cuando como Presidente de la República se disponía a hacer una visita oficial a Rusia por el 70 aniversario de la matanza de Katyn. Las sospechas sobre la causa del accidente sigue siendo un tema de primer orden en Polonia ya que 95 altas personalidades del Estado polaco murieron en él.

El Movimiento Palikot ha causado una pequeña revolución en una Polonia donde hasta entonces ningún partido se había atrevido a defender causas como el aborto, el matrimonio entre homosexuales, la legalización de la marihuana o criticar el desmesurado poder de la Iglesia Católica. Otras propuestas han sido la prohibición de las clases obligatorias de religión, la retirada de las ayudas del Estado a la Iglesia, la prohibición de que los eclesiásticos participen en actos oficiales del Estado, que el Estado financie la fecundación in vitro y la píldora anticonceptiva o la igualdad de salarios entre hombres y mujeres. Es el partido de los indignados polacos. Lo que demuestran los resultados es que hay un sector de la población, sobre todo joven, que rechaza el sistema polaco basado en el conservadurismo y el catolicismo. El principal problema del partido es que al ser personalista y estar basado en la figura de Janusz Palikot, corre el peligro de desaparecer si la estrella de su líder se apaga como ya ha pasado en multitud de ocasiones. Los partidos personalistas suelen tener poco recorrido ya que no se basan en un programa ideológico determinado si no en la popularidad de un líder que muy bien puede perderla.

El Partido Campesino seguirá siendo el socio de gobierno de Donlad Tusk. Su electorado se halla muy consolidado, atrayendo al votante rural conservador que huye de la demagogia radical del PiS.

La Alianza de la Izquierda Democrática ha perdido en estas elecciones gran parte de su electorado más joven en favor de un movimiento más fresco y moderno como es el RP. La SLD logra su peor resultado, un 8,2% de los votos y más si tenemos en cuenta que en 2001 ganaba las elecciones con el 41% de las papeletas. La evidente relación de gran parte de sus líderes con el antiguo sistema comunista lo alejan de una imagen de izquierda socialdemócrata moderna. Además la población no olvida que cuando estuvo en el poder la izquierda post-comunista, traicionando los principios que defendía, llevó a cabo una política ultra liberal que causó graves consecuencias económicas. Por tanto a la espera de una refundación y modernización del partido, la SLD corre el riesgo de quedarse fuera del Parlamento en las próximas elecciones si continúa en la misma trayectoria.

Los votantes polacos han roto la regla de que desde el estallido de la crisis ningún gobierno ha conseguido su reelección, aunque cabe destacar que Polonia fue excepcionalmente el único país europeo que no sufrió la crisis debido a un sector exterior en pleno crecimiento, los fondos europeos, un fuerte consumo interno y el uso del gasto público para reactivar la economía. Parece que por primera vez se está consolidando un sistema de partidos en Polonia, con la PO en el centro, el PiS a la derecha y el RP y SLD a la izquierda. Aun es necesario ver como se va a desarrollar la izquierda, ya que el carácter personalista del RP no acaba por consolidar el sistema. La baja participación, 48,9%, es alarmante y debería ser un tema al que los políticos polacos tendrían que dedicar más atención. Durante los próximos años Polonia seguirá gobernada por el PO con Tusk a la cabeza. No serán unos años con grandes sobresaltos aunque tendencias políticas tan contrarias como las del PiS y RP representadas en el Parlamento prometen debates muy apasionados. Tusk continuará combinando políticas neoliberales como las privatizaciones con la consolidación de un sistema de bienestar polaco hasta ahora muy débil. Pero las medidas de austeridad también afectarán a Polonia ya que su déficit aun está en niveles muy elevados, 7,9% del PIB en 2010 y su deuda pública en la cifra récord de 53% del PIB.




Escaños 2011
Escaños 2007
% Votos 2011
% Votos 2007
Nº Votos 2011
Nº Votos 2007
Plataforma Cívica
206
209
39,2%
41,5%

6.701.010
Ley y Justicia
158
166
29,9%
32,1%

5.183.477
Movimiento Palikot
40
.
10%
.

.
Partido Campesino
28
31
8,4%
8,9%

1.437.638
Izquierda Democrática
27
53
8,2%
13,2%

2.122.981
Otros
1
1
4,3%
4,3%

697.096



Partido más votado por circunscripción

miércoles, 5 de octubre de 2011

Elecciones en Letonia, los votantes dan la espalda a los oligarcas



Cartel electoral de Ainars Slesers uno de los oligarcas más conocidos en Letonia

20 años de democracia no han sido suficientes en Letonia para formar un sistema de partidos estable, los grupos políticos aparecen y desaparecen de elección a elección y las principales personalidades crean, dividen y disuelven movimientos políticos a su antojo. No obstante podemos resumir el devenir político de esta joven república báltica en tres tendencias: la importancia de los partidos fundados por oligarcas, la profusión de partidos de ideología conservadora y el papel jugado por la minoría rusa. Si habéis leído mi artículo sobre las minorías rusas en los países bálticos os acordareis que Letonia es un país en el que cerca de un tercio de la población es rusa. 5 décadas de ocupación soviética han provocado por un lado que una minoría rusa importante siga presente en el país y por otro lado la presencia de un fuerte nacionalismo conservador entre la población étnicamente letona que ha acaparado gran parte del proceso político democrático desde la independencia del país en 1991. En respuesta a este nacionalismo a veces exacerbado de gran parte de los partidos políticos letones, los rusos se han ido organizando en torno a otro partido, esta vez de ideología cercana a la socialdemocracia. Por último los oligarcas también han jugado un papel nada desdeñable en la política letona. Esta importancia se debe al funcionamiento del propio sistema, al no haber una ley de financiación de partidos políticos hasta recientemente, estos sólo se podían financiar gracias a grandes donaciones, y los oligarcas son los que más dinero disponen. Los oligarcas letones son, como pasó en Rusia, el producto de una opaca y rápida privatización del aparato estatal soviético en Letonia. De este proceso surgieron grandes fortunas muchas de las cuales no dudaron en formar sus propios partidos políticos para defender sus intereses en el Parlamento. Siendo estos partidos los que tenían un mayor acceso a financiación gracias a sus patrones oligarcas, sus resultados electorales han sido excelentes. El poder de los oligarcas no ha ido sino creciendo gracias al boom neoliberal que dejo a Letonia sin casi regulación bancaria, lo que a la larga le llevaría a ser uno de los países más afectados por la crisis financiera internacional de 2008.

Revolución de los Paraguas
Volviendo varios años atrás, en las elecciones de 2006 los partidos oligárquicos lograron su mejor resultado hasta entonces. El Partido Popular (TP) , la Unión de Verdes y Agricultores (ZZS) y el Primer Partido de Letonia (LPP), todos ellos partidos fundados y dirigidos por oligarcas locales lograron la mayoría absoluta. En cambio los partidos conservadores y nacionalistas apenas lograron el 20% de los votos y el partido rusófono Centro de la Armonia (SC), todavía poco implantado, lograba el 14,4% de los votos. Pero justo con su aplastante victoria los oligarcas provocaban el comienzo de su lenta caída. La primera derrota fue en julio de 2007 cuando la presidenta del país Vaira Vike-Freiberga anunciaba un referéndum para frenar los intentos de los oligarcas por controlar las fuerzas de seguridad del país. En noviembre de eses mismo año la llamada Revolución de los paraguas, ya que era un día muy lluvioso y las multitudes congregadas en las calles se manifestaba con los paraguas abiertos, provocaba la dimisión del primer ministro Aigars Kalvitis, del gobernante partido oligárquico TP. Este episodio podría considerarse como el principio del fin del poder de los oligarcas en Letonia.

Valdis Dombrovskis
Las brutales consecuencias de la crisis económica en Letonia dejaron en evidencia el corrupto sistema político y económico que los oligarcas habían construido, con el beneplácito de los partidos conservadores. Debido a su modelo ultraliberal, Letonia, el paraíso neoliberal y modelo económico de parte de la derecha europea, se derrumbó. El PIB descendió en un año un espectacular 18%, llegando a bajar en total un 25%; el desempleo subió hasta superar el 20%. El país sólo se pudo salvar de la bancarrota gracias a un préstamo de 7 mil millones de euros del FMI, la UE y el Banco Mundial. Ante este panorama los oligarcas fueron alejándose del poder y los partidos conservadores, hasta entonces en la retaguardia comenzaron a pasar a un primer plano. A partir de la primavera de 2009 Valdis Dombrovskis, de la alianza conservadora Unidad lograba ser primer ministro, y comenzó una política de recortes (13-15% del PIB) que si bien ha permitido al país volver a crecer (el último año a un buen 3%) no ha logrado bajar la tasa de desempleo del 17%. Un porcentaje elevadísimo teniendo en cuenta que Letonia es un país con muy poca asistencia social debido a años de políticas neoliberales.

Valdis Zatlers
En este contexto de caos económico y social en octubre de 2010 fueron convocadas nuevas elecciones en las que los partidos conservadores lograron un buen resultado, aunque los oligarcas seguían teniendo un peso considerable en el parlamento letón. La alianza conservadora Unidad lograba un 31,2% de los votos y los nacionalistas de la Alianza Nacional lograban un 7,7%. La alianza de partidos oligárquicos LPP lograba el 7,7% de los votos y la ZZS un 19,7%. Por último el partido rusófono SC subía hasta el 26% de los votos. Por su parte el antiguo partido gobernante TP se disolvió para evitar investigaciones por financiación irregular. Debido al rechazo frontal de los partidos conservadores a formar gobierno con los rusófonos del SC, a los que acusaban de estar financiados por Putin y su partido Rusia Unida, tuvieron que hacerlo con los oligarcas del ZZS. Pero poco después, en Mayo de 2011 estalló la crisis definitiva. Ante la negativa del Parlamento, especialmente del ZZS pero también del SC, a aprobar la investigación judicial por corrupción del oligarca, líder del LPP y antiguo Ministro de Transportes Ainars Slesers, Valdis Zatlers, presidente letón desde julio de 2007 convocó un referéndum que pedía el apoyo popular para disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones. Con un 94,3% de los votos a favor en la consulta popular, Zatlers disolvía el Parlamento, convocaba elecciones y anunciaba la creación de un nuevo partido el Partido Reformista de Zatler (ZRP) cuya principal misión era desterrar a los oligarcas de la vida política letona. El presidente Zatler colocaba a tres oligarcas en su punto de mira, el propio Slesers del LPP, el líder del ZSS y alcalde de Ventspils Aivars Lembergs y el antiguo primer ministro y ex miembro del TP Andris Skele. Slesers respondió renombrando su partido como el Partido Reformista de Slesers. Con esta atmósfera cuasi revolucionaria el pasado 17 de septiembre los letones acudieron a las urnas a elegir un nuevo parlamento.

Nils Usakovs
La contienda entre Zatlers, los oligarcas, los rusófonos y los partidos conservadores clásicos agrupados en torno a Unidad ha tenido dos claros vencedores en las elecciones: el partido reformista de Zatlers (ZRP) y el pro-ruso SC. Con un 28,4% y 31 diputados, el SC se coloca en primer lugar por primera vez en su historia. El partido pro-ruso ha logrado movilizar a la minoría rusa, pero no ha logrado atraer a una masa importante de votantes letones a pesar de ser el único partido del centro-izquierda. La popularidad de su líder, el alcalde de Riga Nils Usakovs, ha podido se otro factor determinante en la vitoria del SC. En segundo lugar con 20,8% de los votos y 22 diputados se sitúa el partido de Zatler que logra una excelente entrada en el Parlamento letón. En tercer lugar se sitúan los conservadores de Unidad del primer ministro Valdis Drombovskis con el 18,8% y 20 escaños. Pierde casi la mitad de sus votante muy probablemente en favor del ZRP. La Alianza Nacional sube del 7,7% al 13,9% y se queda con 14 diputados. El partido oligárquico ZZS baja hasta el 12,2% de los votos y 13 diputados. Por último el partido de Slesers tan sólo logra un 2,4% de los votos y se queda sin representantes parlamentarios. Gran parte de los distritos antes controlados por estos partidos pasan a manos del ZRP.

Junto a la casi desaparición del parlamento de los oligarcas, tan sólo resta el ZZS y sus 13 diputados, las elecciones han constatado la gran regionalización de los partidos en Letonia. Si veis el mapa de los resultados electorales (al final del post) podéis observar dicha regionalización. El partido rusófono SC gana en los distritos donde los rusos son mayoría, es decir, la capital del país Riga (centro) y el Sur-este. En Riga el SC logra el 41,6% de los votos y en Daugavpilis, la ciudad con mayor población rusa en Letonia logra el 71,7%. El partido oligárquico ZZS obtiene una clara victoria en su feudo de Ventspils (extremo noroeste del país) con el 38% de los votos. El resto del país está repartido entre el partido de Zatlers y Unidad ya que ambos comparten una ideología conservadora muy popular en las zonas rurales.

A pesar de contar con 5 partidos en el Parlamento sólo existe una opción de gobierno viable, la formada por el partido de Zatler, Unidad y la Alianza Nacional. Esto se debe a que a pesar de que el SC es el primer partido, ningún partido letón está dispuesto a gobernar con los pro-rusos. Por otro lado Zatler se ha negado a colaborar con los oligarcas del ZZS. La proximidad ideológica entre el partido de Zatler y Unidad es tanta que no sería raro que se fusionaran en un futuro para contrarrestar el peso del ascendente Centro de la Armonía (SC). Letonia por tanto se ha librado por algún tiempo de los oligarcas, ya una fuerza residual en el parlamento, pero será gobernada durante los próximos años por una coalición de partidos personalistas, entre ellos un partido nacionalista, que seguirán una ideología no muy lejana de aquella que llevó al país a la ruina durante la década pasada. Por otro lado, la minoría rusa, a pesar de haber apostado sin ninguna duda y con mucho éxito por la vía democrática para reclamar sus derechos, seguirá una vez más marginada de la toma de decisiones.


Escaños 2010
Escaños 2011
% Votos 2010
% Votos 2011
Nº Votos 2010
Nº Votos 2011
Centro de la Armonía
29
31
26%
28,4%
251.397
259.930
Partido Reformista de Zatler
.
22
.
20,8%
.
190.853
Unidad
33
20
31,2%
18,8%
301.424
172.567
Alianza Nacional
8
14
7,7%
13,9%
74.028
127.208
Unión Verdes y Agricultores
22
13
19,7%
12,2%
190.025
111.955
Primer Partido de Letonia
8
0
7,7%
2,4%
73.877
22.131