Los acontecimientos de las últimas semanas apuntan a que Siria se dirige hacia el camino de la guerra civil. A pesar de que el régimen dictatorial sirio ha usado impunemente las fuerzas armadas para detener las protestas de forma brutal, estas no paran de multiplicarse por todo el país. Además las deserciones dentro del propio ejército están creando dificultades todavía mayores al régimen sirio. Lo que parece claro es que Siria ha llegado a un punto de no retorno, es decir, o se encamina hacia la guerra civil como Libia o el régimen se deshace de su presidente como pasó en Túnez o Egipto. Pero las repercusiones de un desmoronamiento del Estado sirio o de una guerra civil son mucho mayores que lo ya ocurrido en otros países árabes. Mientras que Túnez, Libia y Yemen son países periféricos del mundo árabe y Egipto se encuentra políticamente y geográficamente aislado del núcleo central árabe por Israel, Siria se halla en el corazón de Oriente Medio. Desde que en los albores del Islam la dinastía árabe omeya estableciese el califato en Damasco y en por la entonces helenizada Siria, la región ha constituido un eslabón clave para controlar el poder en el mundo árabe-musulmán. Desde su independencia en 1946 del dominio colonial francés, Siria ha jugado un papel primordial en el juego político de la región: tres veces se ha enfrentado militarmente a Israel, intervino decididamente en la guerra civil libanesa llegando a controlar el país hasta 2005 y fue Damasco uno de los pilares del panarabismo durante los 60 y 70 llegando a constituir una República Árabe Unida junto con Egipto entre 1958 y 1961. Por tanto su historia, su peso político y su situación geográfica hacen de Siria un país clave para la estabilidad y el equilibrio de poder en el mundo árabe.
División religiosa y étnica de Siria y el Líbano y principales focos de protesta contra el régimen sirio |
Otro factor importante para entender las repercusiones de una Siria inestable es su diversidad étnica y religiosa. Debido a que la mayoría de estados árabes son invenciones de las antiguas potencias coloniales, principalmente Reino Unido y Francia, quienes crearon estados artificiales a lo largo y ancho de Oriente Medio, grupos étnicos y religiosos fueron divididos entre diversos estados, favoreciendo el control de algunas minorías sobre el resto de habitantes del país. Si en Irak fueron los suníes la minoría favorecida, en Siria han sido históricamente los chiíes alauitas, que constituyen alrededor del 12% de la población, aquellos que han dominado un país mayoritariamente suní. No es de extrañar que el régimen sirio, basado en el partido único Ba'ath de ideología panárabe socialista secular y en el clan de los Assad, se asienta en la minoría alauí. En Siria por tanto podemos encontrar en la actualidad tres grandes divisiones: la étnica, la religiosa y la política. Étnicamente la gran mayoría de la población es árabe. Si miramos el mapa que adjunto de Siria todos los grupos son árabes excepto los kurdos (en morado) que pertenecen a la familia indoeuropea y representan en torno al 9% de la población. También existen pequeñas comunidades turcas y armenias. En cuanto a la religión Siria es una auténtico mosaico de credos. La gran mayoría de la población, un 90%, es musulmana, pero pertenecen a diferentes ramas dentro del Islam. Los suníes representan un 74% de la población y lo forman los árabes suníes (en el mapa en naranja) y los kurdos (morado). Como podemos ver en el mapa se concentran en el oeste y el interior del país. Los chiíes representan un 13% de la población de los que la gran mayoría son chiíes alauitas (en rojo en el mapa), el resto de chiies pertenecen a la rama duodecimana (la mayoritaria en Irán e Irak). Los chiíes se concentran en las zonas costeras y en las zonas fronterizas con Israel y Líbano. Por último dentro del Islam tenemos a los drusos, secta musulmana que a pesar de autoconsiderarse musulmanes son vistos como no musulmanes por el resto de ramas del Islam. En Siria representan un 3% de la población y están localizados al sur del país. Fuera del Islam existe una importante comunidad cristiana que representa un 10% de la población y que está concentrada al noreste y noroeste del país (en color crema en el mapa). Siguen mayoritariamente el rito ortodoxo sirio o el rito caldeo. La última división es la más difícil de medir, la política. Al ser una dictadura es difícil de averiguar cual es el peso político de las diferentes ideologías en el país. El régimen se basa en la comunidad alauí donde tiene un gran apoyo, pero años de partido único han creado una red clientelista que se extiende por todo el país. Los kurdos se han manifestado constantemente durante las últimas semanas contra el régimen y como se puede ver en el mapa los principales focos de las protestas se hallan en zonas de mayoría cristiana, suní o drusa. Pero también hay ciudades donde los alauitas son mayoría como Latakia, Jabla y Banias donde las protestas son constantes.
División religiosa de Oriente Medio (para ver el mapa en más detalle http://gulf2000.columbia.edu/images/maps/Mid_East_Religion_lg.jpg ) |
Otro de los peligros de una desestabilización de Siria es que la inestabilidad se extendería más allá de sus fronteras. Como vemos en el mapa la gran mayoría de grupos religiosos se extiende a ambos lados de las fronteras de Siria con sus vecinos. Además los vecinos de Siria son países con una larga historia de enfrentamientos étnicos y religiosos. Al oeste de Siria se halla el Líbano, que como se puede observar en el mapa tiene una gran división religiosa, sufre desde los 60 enfrentamientos interreligiosos que han llevado al país a la violencia sectaria en numerosas ocasiones. El hundimiento de Siria provocaría en Líbano una grave crisis política que podría desembocar en más enfrentamientos. Además en Líbano la clase política se halla dividida entre los pro-sirios, a favor del régimen de los Assad y que está liderada por los partidos chiies Hezbollah y Amal pero también apoyada intermitentemente por algunas partidos cristianos y drusos, y los anti-sirios formado por el grueso de los partidos cristianos y suníes. Por tanto en Líbano es una representación en miniatura en lo que puede convertir Siria en pocas semanas o meses. Al oeste de Siria está Irak, donde los enfrentamientos entre suníes, chiíes y kurdos son continuos, una Siria desestabilizada puede agravar seriamente la situación. Turquía al norte también tiene numerosos problemas con su comunidad kurda, mayoritaria en las zonas fronterizas del oeste con Siria. Por último al sur, el pequeño e inestable reino de Jordania podría verse afectado por un estado fallido sirio e Israel tendría mucho que temer del posible surgimiento de un estado sirio beligerante y revanchista ya que desde 1967 el estado israelí ocupa ilegalmente parte del territorio sirio (los Altos del Golán). Por tanto la situación en Siria puede provocar una desestabilización de todo Oriente Medio, desde Irán hasta Israel y desde Turquía hasta Yemen. Es por ello por lo que países con intereses tan contrapuestos como Irán, Turquía, Israel y Arabia Saudí estén apoyando de una forma u otra al régimen sirio de Bashar al Assad.
El estudio étnico contiene datos erróneos. Por otro lado el planteamiento simplista intentando reeditar el caso iraquí es fallido.
ResponderEliminarEl tiempo lo ha demostrado, el enfrentamiento aún pareciendo sectario, desde el exterior, se conforma de la siguiente manera: tenemos la cúpula del poder con un nucleo duro formado por una secta minoritaria Alauita junto a interesados de todas las sectas contra el resto de la población Siria.
El temor que utilizaban los medios interenacionales de extensión del conflicto ya se están gestando gracias a la propia ineficacia de los organismos internacionales por un lado y de las potencias que están mirando a otro lado. A ver con que chapucería van a intentar solucionar esto... si es que realmente quieren solucionar nada...
Nada de datos erróneos, étnicamente existen árabes y kurdos, con exiguas minorías turcas y armenias. La religión no es etnia.
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