10 años de gobierno conservador en Dinamarca terminaron el pasado 15 de septiembre con la victoria de los partidos del bloque de centro-izquierda (bloque rojo) en las elecciones. Con un sistema electoral muy lejos del bipartidismo de algunos países europeos, en Dinamarca hasta 8 partidos políticos luchaban por lograr una representación significativa en la Folketing o Parlamento. Con la crisis económica como telón de fondo, que también ha azotado al pequeño país escandinavo a pesar de hallarse fuera de la zona Euro, dos bloques de partidos han luchado hasta el último escaño por ver quién gobernaría el país durante los siguientes 4 años. Por un lado la coalición conservadora que gobernaba el país desde 2001 estaba formada por el partido Liberal Conservador Venstre, a cuyo partido pertenece el primer ministro Lars Lokke Rasmussen, que sustituyó a Anders Fogh Rasmussen, también del mismo partido, al abandonar el gobierno para ser Secretario General de la OTAN. Junto a Venstre el otro pilar de la coalición era el Partido Conservador, tradicional aliado de los liberal conservadores a la hora de formar gobierno. Además contaban con el apoyo parlamentario de la pequeña Alianza Liberal y del poderoso y populista Partido Popular Danés, muy cercano a la extrema derecha y tercera fuerza parlamentaria en Dinamarca. Juntos, los 4 partidos controlaban 94 de los 179 escaños del Parlamento. Pero tras 10 años de gobierno conservador, una mala situación económica y la ausencia en la campaña política de temas tan beneficiosos electoralmente para la derecha como la inmigración o la Unión Europea, han acabado por minar el amplio apoyo popular de la coalición en el poder y provocar la victoria de los partidos de la oposición.
Lars Lokke Rasmussen |
Desde hacía ya año y medio las encuestas apuntaban a que la coalición conservadora había perdido el apoyo de la mayoría de la población. La salida como primer ministro de Fogh Rasmussen en 2009, muy popular en Dinamarca, y su sustitución por el menos carismático Lokke Rasmussen, no hizo más que debilitar la situación de la coalición. Además la necesidad por parte del gobierno conservador de mantener el apoyo de la extrema derecha le hacía rehén de esta y colocaba a Dinamarca como uno de los países con políticas más extremistas de toda Europa. El advenimiento de la crisis y sus consecuencias macroeconómicas, un 10% de paro juvenil y un déficit de 4,9%, muy malas para un país escandinavo, movilizaron a la opinión pública contra el gobierno de Lokke Rasmussen. Pero las encuestas sobre todo castigaban a los otros dos grandes partidos de la derecha; el Partido Conservador, cuyas luchas internas por el liderazgo del partido mancharon su imagen, y los populistas extremistas del Partido Popular Danés, en este caso por la incapacidad de estos para dar solución a los problemas económicos y por el efecto de los atentados de Oslo (llevados a cabos por un extremista noruego). Paralelamente las encuestas mostraban que los partidos del centro-izquierda, entonces en la oposición, iban ganando apoyo popular. El principal partido de la oposición, el Partido Socialdemócrata, parecía haber recuperado al electorado perdido en 2001, cuando por primera vez desde 1924 dejó de ser el partido con más votos. Pero según se fueron acercando las elecciones, la intención de voto de los socialdemócratas fue disminuyendo, hasta situarla al mismo nivel que Venstre, el partido más votado desde 2001 y el principal miembro de la coalición que gobernaba el país. El Partido Socialista, cuarta fuerza política del país, tampoco lograba subir en las encuestas, en cambio los otros dos partidos de la izquierda danesa, el Radicale Venstre o Social Liberales y la Alianza Roji-Verde se disparaban en cuanto a intención de voto. Lo que apuntaban las encuestas es que a pesar de que los dos grandes partidos daneses, Venstre a la derecha y el Partido Socialdemócrata a la izquierda, se mantenían igual en cuanto a apoyo popular, su victoria dependería de que sus socios minoritarios de derecha o izquierda sacaran un buen resultado, lo que ponía a la izquierda en mejor situación por el despunte de Social Liberales y Roji-verdes.
Hellen Thorning-Schmidt |
Las encuestas no fallaron y el día 15 la candidata Socialdemócrata Hellen Thorning-Schmidt logró, gracias sobre todo a los buenos resultados del resto de partidos del centro-izquierda, ganar las elecciones y posicionarse como nueva primera ministra de Dinamarca. De los 179 diputados del Folketing danés, el bloque rojo formado por los Socialdemócratas, el Partido Socialista, los Social Liberales y la Alianza Roji-verde, lograron 89 diputados y un 50,2% de los votos frente a los 86 diputados y 49,8% de los votos del bloque conservador (Venstre, Partido Conservador, Partido Popular Danés y Alianza Liberal). Una ajustada victoria en cuanto a votos pero rotunda en cuanto a escaños. Además la coalición de centro-izquierda sumaría 3 de los 4 diputados que representan a los territorios autónomos de las Islas Feroe y Groenlandia en el parlamento danés. Si analizamos los votos por partido vemos que el partido más votado sigue siendo Venstre, que logra un 26,7% de los votos y sumar un diputado quedándose con 47. Los 10 años de desgaste no han acabado por afectar ni al partido ni al primer ministro Lokke Rasmussen. Los Socialdemócratas, partido más votado entre 1924 y 2001 logra un 24,8% de los votos y 44 diputados, uno menos que en 2007. Consigue mantener casi el 100% de sus votantes pero cosecha el peor resultado electoral desde 1906 . A pesar de ello será el núcleo del futuro gobierno de Hellen Thorning-Schmidt ya que es el partido de centro-izquierda con más votos. En tercera posición sigue el extremista Partido Popular de Pia Kjaersgaard que pierde 3 de sus 25 diputados y 40 mil votantes, a pesar de ello sigue siendo la tercera fuerza política, todo un récord en Europa para un partido de extrema derecha. Los Social Liberales con 17 diputados y el 9,5% de los votos pasan de ser la sexta a la cuarta fuerza política debido a su espectacular subida llegando a casi duplicar su número de votos. En quinto lugar se sitúa el Partido Socialista que sufre un batacazo perdiendo 7 de sus 23 diputados y 120 mil votos. Gran parte de su electorado se ha pasado a la más izquierdista Alianza Roji-Verde que triplica sus votos y pasa de 4 a 12 diputados. Los conservadores, uno de los partidos tradicionales de la política danesa y miembro de la coalición que gobernaba hasta entonces sufre un descalabro y pasa de los 18 a los 8 diputados, perdiendo a más de la mitad de sus votantes. Por último la pequeña Alianza Liberal, formada por antiguos miembros de Venstre y del Partido Conservador, se afianza y pasa de los 5 a los 9 escaños con el 5% de los votos. Por tanto hasta 8 partidos logran cierto peso en el Parlamento Danés y la formación del próximo gobierno será ardua. A favor Hellen Thorning-Schmidt tendrá que el sistema parlamentario danés se basa más en acuerdos puntuales entre el gobierno y otros partidos que en la formación de grandes coaliciones, lo que le permite una mayor flexibilidad a la hora de escoger distintos socios dependiendo de lo que se vaya a votar.
El partido Socialdemócrata a pesar de haber conseguido el peor resultado electoral en un siglo ha logrado mantener a la casi totalidad de votantes que tuvo en 2007, a pesar de la ascendente estrella de otros partidos de izquierda. No ha sufrido el trasvase de votos hacia otros partidos y sigue manteniendo los mismos feudos electorales, sobre todo en las zonas urbanas de Copenhague, Aarhus, Odense y Aalborg. Sus propuestas de una mayor inversión pública, reforma laboral y aumento de impuestos a las rentas más altas para mitigar las consecuencias de la crisis ha logrado un apoyo popular amplio que deberá ahora contentar. Además los socialdemócratas pretenden flexibilizar la extremadamente severa política migratoria, aunque no en exceso y cerrar los controles fronterizos que el anterior gobierno impuso en la frontera con Alemania y que tanto revuelo causó, ya que de hecho incumplía el espacio Schengen. Para ello deberá contar con el apoyo del resto de partidos del centro-izquierda. Los dos posibles miembros del futuro gobierno junto a los Socialdemócratas son los Social Liberales, muy a favor de la inmigración y la multiculturalidad pero más conservadores en cuanto a la economía, y los socialistas, que siguen defendiendo un modelo económico socialista aunque en los últimos años, en su afán por mostrarse como un posible miembro de gobierno responsable, llegaron incluso a apoyar los presupuestos del gobierno conservador en el 2008. Los socialistas nunca han formado parte de un gobierno pero han spoyado a diversos gobiernos de los Socialdemócratas. Los roji-verdes estarán sin lugar a dudas fuera del gobierno debido a su incompatibilidad ideológica con socialdemócratas, su línea es más izquierdista incluso que la de los socialistas, pero serán imprescindibles para el nuevo gobierno de cara a importantes votaciones, sobre todo en cuanto a política económica. Al igual que en el anterior gobierno el Partido Popular radicalizó hacia la derecha al gobierno de Lokke Rasmussen, la Alianza Roji-Verde intentará conseguir lo mismo con el gobierno socialdemócrata pero en la dirección contraria. Todos estos partidos de centro-izquierda deben gran parte de su peso político a su apoyo electoral en Copenhague. En la capital el partido Socialdemócrata logró un 19% de los votos, los Social Liberales un 16,7%, los Roji-verdes 16,6%, Venstre 15,2% y el Partido Socialista un 12,4%. Los Socialdemócratas también podrán contar con el apoyo parlamentario de la extrema derecha en asuntos económicos ya que el Partido Popular se acerca a las posiciones del centro-izquierda en cuanto a la economía (subida de impuestos a las rentas altas, mayor gasto público).
Venstre puede estar satisfecha con su resultado electoral, como principal partido de la derecha y tras 10 años gobernando el país, los liberales conservadores han logrado mantener sus históricos resultados de 2007 e incluso superarlos. Pero el debacle electoral de su principal socio en el gobierno, los conservadores, han acabado con sus esperanzas de mantenerse en el poder. Venstre, que cuando fue fundado en 1910 era un partido agrario y desde entonces tiene su gran masa de apoyo en las áreas rurales (sobre todo en el sur de la península de Jutlandia donde la población es más religiosa y conservadora), se ha consolidado como el principal partido de la derecha. El Partido Conservador, que llegó a gobernar el país entre 1982 y 1993 y mucho más popular en las áreas urbanas que Venstre y más conservador en sus políticas económicas, ha perdido su oportunidad de seguir siendo un partido imprescindible a la hora de formar gobierno. Para Venstre la caída de los conservadores en desgracia sólo le deja un futuro socio viable para lograr un apoyo mayoritario en el parlamento en unas futuras elecciones, la extrema derecha, lo que le deja en una difícil tesitura. La pequeña Alianza Liberal va afianzándose y podría ser el futuro socio ideal de Venstre, aunque la primera sea mucho más liberal en asuntos como el matrimonio homosexual, la inmigración etc... Los Social Liberales, aunque apoyen a los Socialdemócratas y podrían estar en su gobierno, comparten posiciones cercanas con Venstre en lo económico y no se podría descartar una colaboración política entre ambas formaciones si el gobierno de Hellen Thorning-Schmidt gira demasiado hacia la izquierda.
En cuanto a los temas clásicos de la política danesa, la inmigración y la Unión Europea, han quedado en un segundo plano frente a la situación económica, principal preocupación para ¾ de los daneses, lo que explica en parte los malos resultados de la extrema derecha ya que se beneficiaba mucho electoralmente de estos asuntos. La difícil situación por la que pasa la UE y la eurozona ha dejado el tema fuera del debate electoral ya que ninguna fuerza política ha defendido la entrada en el euro como suele ser común, sobre todo entre los Socialdemócratas y los Social Liberales. A pesar de ello Hellen Thorning-Schmidt pretende convocar referéndums para decidir sobre una mayor cooperación del país en materias de justicia y defensa con la UE. Para ello tendrá no sólo que lidiar con el euroescepticismo de la extrema derecha sino también de parte de la izquierda, sobre todo de la Alianza Roji-Verde cuyo escepticismo es tal que en el Parlamento Europeo algunos de sus miembros se han asociado con movimientos extremistas de derecha de otros países europeos. Todo ello sin olvidar que el próximo mes de enero Dinamarca asumirá la presidencia rotatoria de la UE.
Cómo última reflexión sería importante señalar tres aspectos de las elecciones danesas que se encuadran dentro de fenómenos políticos más amplios. Por un lado las elecciones danesas son un ejemplo más de cómo desde el estallido de la crisis económica en 2008 casi ningún gobierno que se ha enfrentado a las urnas ha logrado la reelección. Segundo, la victoria del centro-izquierda se enmarca en una nueva ola que sólo acaba de empezar de recuperación de la izquierda frente a dos años nefastos, otro ejemplos serían las sucesivas elecciones regionales alemanas, las elecciones al Senado francés o las legislativas en Letonia, en todos estos casos el centro-izquierda ha ganado, y se espera que el fenómeno continúe en países como Francia, Italia o Alemania. Por último en el centro-izquierda parece que se esté dando un proceso de diversificación: dónde antes había un sólo partido que monopolizaba este espectro político, principalmente un partido socialdemócrata, ahora varios partidos de tendencias diferentes dentro de la izquierda se reparten este electorado. Ecosocialistas, verdes, social-liberales o anti-capitalistas compiten ahora por un voto que antes iba directamente a los socialdemócratas o en menor grado a los comunistas. Dinamarca es sólo un ejemplo más de este proceso que ya se está dando en Alemania, Francia, Italia o España.
Participación 87,7% | Escaños 2007 | Escaños 2011 | % Votos 2007 | % Votos 2011 | Nº Votos 2007 | Nº Votos 2011 |
Venstre | 46 | 47 | 26,2% | 26,7% | 908.472 | 947.725 |
Socialdemócratas | 45 | 44 | 25,5% | 24,9% | 881.037 | 879.615 |
Partido Popular | 25 | 22 | 13,9% | 12,3% | 479.532 | 436.726 |
Partido Social Liberal | 9 | 17 | 5,1% | 9,5% | 177.161 | 336.698 |
Partido Socialista | 23 | 16 | 13% | 9,2% | 450.975 | 326.192 |
Alianza Roji-Verde | 4 | 12 | 2,2% | 6,7% | 74.982 | 236.860 |
Alianza Liberal | 5 | 9 | 2,8% | 5% | 97.295 | 176.585 |
Partido Conservador | 18 | 8 | 10,4% | 4,9% | 359.404 | 175.047 |
Otros | 4 | 4 | 0,9% | 0,9% | 30.562 | 29.920 |
Partidos más votados según circunscrip. V(Venstre) A(Socialdem.) B(Social Liberal) O(Roji-verdes) (zona aumentada Copenhague) |