La caída del gobierno portugués ha desencadenado una serie de acontecimientos que amenazan con tambalear, una vez más, la eurozona. El rechazo de los partidos situados a la derecha y a la izquierda del gobernante Partido Socialista del paquete de austeridad presentado por el primer ministro José Sócrates ha obligado a éste a presentar su dimisión. La primera consecuencia será la convocatoria de elecciones legislativas en Portugal, probablemente para principios de junio. La segunda consecuencia: Portugal será intervenido por el FMI, tal y como ya ocurrió con Grecia e Irlanda, debido al alto déficit presupuestario y a la incapacidad del gobierno por controlar la muy deteriorada economía lusa. El “rescate” supondrá un mayor deterioro de la situación socioeconómica de Portugal tal y cómo ha ocurrido en los otros dos países intervenidos. Medidas draconianas centradas en el recorte del gasto público, auspiciadas y defendidas por la Alemania merkeliana, se cebarán con las capas más débiles de la sociedad portuguesa, todo por garantizar la estabilidad de los sacrosantons mercados internacionales. Ente teórica que por encima de toda ideología política y/o interés corporativo garantiza la libertad fundamental a poder ser rico. Pero los resultados de las elecciones del domingo 27 de marzo en dos importantes regiones de Alemania, Baden-Württemberg y Rheinland-Pfälz pueden cambiar la ecuación. Los malos resultados del partido de la Canciller Merkel, la CDU, y el hundimiento electoral del FDP, el partido liberal socio en el gobierno federal, puede suponer la convocatoria de elecciones anticipadas. La mayoría de sondeos electorales apuntan a una victoria del SPD y Los Verdes en unas eventuales elecciones federales. Con Merkel fuera de la cancillería y una coalición de socialdemócratas y verdes gobernando en Berlín, las reglas de juego pueden cambiar sensiblemente en Europa. Todo dependerá de si la coalición CDU-FDP aguantará la debacle electoral de las elecciones en los länder de Baden-Württemberg y Rheinland-Pfälz.
En Libia la coalición internacional, a pesar de los aparentes éxitos en el campo militar, ha sufrido una semana de gran tensión diplomática. Mientras que Italia, Noruega o el Reino Unido han defendido la idea de traspasar el mando de las operaciones a la OTAN, Francia se ha mantenido en contra argumentando el daño simbólico que esto produciría en el mundo árabe. La administración Obama se ha ido distanciando de las operaciones y ha delegado el delicado asunto en manos de los europeos. Al final las tesis de los defensores de una mayor presencia de la OTAN en Libia han triunfado y la organización finalmente se hará cargo de la operación militar. Los encontronazos diplomáticos entre los países que participan en el bloqueo aéreo de Libia son una muestra más de la débil fundamentación de la nueva coalición de voluntades tan cacareada por Sarkozy. La defensa de los rebeldes frente a los ejércitos de Gaddafi es ya de por sí razón suficiente para intervenir, pero no de la forma que ha ocurrido. No sólo la operación se ha retardado sospechosamente hasta que los rebeldes se hallaban en las últimas, sino que se han cometido una serie de errores que traerán desastrosas consecuencias, como por ejemplo no prever el estancamiento del conflicto a pesar de la zona de exclusión aérea. Si bien la comunidad internacional se encontraba con pocas alternativas ante el firme avance militar de Gaddafi hacia Bengazi, la formación de una alianza de países cuyo interés real está más orientado hacia las calles de París, Madrid o Roma que en las de Misratah o Trípoli no promete un futuro éxito de la campaña. Los países implicados forman una “coalición de los desesperados”: Sarkozy “goza” de una popularidad del 20% y en las elecciones cantonales francesas su partido ha logrado un 19,7% de los votos, muy por debajo de los socialistas, el primer ministro británico Cameron se enfrenta a protestas masivas en las calles de Londres por sus políticas de recortes, el gobierno del primer ministro canadiense Stephen Harper ha sido tumbado en el Parlamento y se enfrenta a elecciones anticipadas, Zapatero se enfrenta en Mayo a elecciones autonómicas y municipales con las encuestas en contra, por último Berlusconi pasa por su peor momento político y es probable que se vea obligado a convocar elecciones anticipadas en breve. La búsqueda de una mayor popularidad gracias a una campaña militar exitosa ha unido a estos jefes de gobierno. Pero conforme la guerra vaya ganado impopularidad en sus respectivos países, el compromiso de estos líderes será cada vez más débil, lo que puede traer consecuencias muy graves para la estabilización de Libia.
La ola revolucionaria árabe, ya apadrinada por los medios como “primavera árabe”, ha encontrado ya su próxima víctima. Siria se une a Libia, Yemen y Bahrein como campos de batalla de los pueblos contra los autócratas que los gobiernan. Siria, gobernada férreamente por la dinastía de los Assad, es junto a Libia y Arabía Saudí el régimen más represivo de Oriente Medio. A pesar del anuncio del presidente Bachar el Assad de una reforma política, Siria corre el riesgo de seguir el camino de Libia. Una Siria desestabilizada puede traer consecuencias desastrosas para la región sobre todo para Líbano, Israel e Irak, zonas ya de por sí muy problemáticas. En el contexto diplomático de la región Damasco es un aliado de Irán pero también goza de buenas relaciones con Arabia Saudí y en general con los países europeos. EEUU en cambio ha considerado a Siria como un régimen enemigo patrocinador del terrorismo, aunque las relaciones se han distendido durante los últimos años. Mientras que en Bahrein Arabia Saudí ha podido aplacar las revueltas contra la monarquía de los al Khalifa, en su flanco sur, Yemen, la escalada de las revueltas amenaza con desestabilizar el conjunto de la península arábiga. El presidente yemení, Alí Abdullah Saleh, acorralado por los manifestantes y por el rechazo de parte del ejército y de los líderes tribales, parece que finalmente cederá a las presiones y abandonará la presidencia. Aunque desde el lunes 21 ha emitido mensajes contradictorios, anunciando que abandonaría el poder en 2012 para después retractarse y anunciar un proceso de transición, es tal la situación en Yemen que de un modo u otro su régimen ya puede darse por finalizado.
No muy lejos de Yemen o Siria, Israel ha vuelto a la actualidad internacional por dos episodios violentos: la muerte de varias niños en Gaza por ataques israelíes y el atentado en Jerusalem que se ha cobrado una víctima. La escalada de los enfrentamientos entre el gobierno de Hamás en Gaza e Israel, con lanzamiento de misiles incluidos desde la Franja a territorio israelí, amenaza con un nuevo enfrentamiento a gran escala en un escenario, el de Oriente Medio, excesivamente caldeado. En Costa de Marfil los enfrentamientos entre partidarios del presidente Gbagbo y del opositor Ouattara continúan y la guerra civil en el país es ya una realidad. Por último en Japón, la situación en la planta nuclear de Fukushima sigue amenazando con un desastre nacional. El primer ministro Kan, cuya popularidad ha aumentado un 10% desde el terremoto, se enfrenta en las próximas semanas a unas elecciones locales, lo que podría ser un factor explicativo de la opacidad con la que el gobierno nipón está informando sobre la situación en Fukushima.
Esta semana los principales temas internacionales serán:
Siria. Las revueltas en Siria se han propagado en pocos días por casi todo el país, principalmente en las ciudades de Daraa, Latakia, y Homs. Durante la próxima semana veremos como evolucionan los acontecimientos y si la situación sigue el camino de convertirse en una nueva Libia o en cambio sigue el modelo de Egipto o Túnez.
Libia. Por ahora la zona de exclusión aérea ha permitido a los rebeldes libios reconquistar las ciudades orientales de Ajdabiya y Ras Lanuf. Sin embargo los enfrentamientos en la ciudad occidental de Misratah, en manos rebeldes, continúan y Gaddafi sigue controlando Trípoli y toda la parte centro-occidental del país. El traspaso a manos de la OTAN del control de la misión ha permitido que las tensiones entre los países de la coalición se calmen, por ahora.
Portugal. Con las elecciones anticipadas ya convocadas y una presión extrema en los mercados internacionales de deuda, Portugal próximamente deberá pedir la ayuda del FMI. A pesar de que el aún primer ministro portugués Sócrates ha desmentido que Lisboa esté al borde de la intervención por parte del FMI, los altos intereses que los especuladores internacionales demandan hace que la situación de Portugal sea insostenible. Esta semana veremos además como afecta la situación portuguesa a otros países también en el punto de mira de los especuladores como España o Italia.
Para cerrar el resumen recomiendo la película “Inside Job” en la que se explica cómo y porqué se produjo la crisis económica de 2008.
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